Cómo evitar la diálisis en la enfermedad parenquimal renal

La enfermedad parenquimal renal no es una enfermedad independiente y es el término general para un grupo de trastornos renales.

El parénquima indica la localización de los tejidos renales dañados. Sabemos que el riñón consta de dos partes --- el parénquima renal y la pelvis renal. El parénquima renal se compone de dos partes --- la parte externa es la corteza renal y la parte interna es la médula renal. La corteza renal se compone de más de un millón de nefrón y la médula es de pirámide renal. Neprhon consta de glomeurli, cápsula renal y túbulos renales. Partes de la corteza renal pueden estirarse en el área medular y formar la columna renal. Así, podemos ver que las enfermedades parenquimatosas renales se refieren a daños y alteraciones en las áreas cortical y medular renal.

La enfermedad parenquimal renal puede afectar los riñones unilaterales o bilaterales. Las enfermedades parenquimatosas unilaterales comunes incluyen la enfermedad renal en contracorriente, la pielonefritis crónica, la hidronefrosis, el carcinoma renal, etc. y las enfermedades parenquimatosas bilaterales comunes incluyen las enfermedades glomerulares, la nefritis intersticial crónica, la PKD adulta, etc.

Las enfermedades renales del parénquima pueden causar muchos síntomas y complicaciones tales como tensión arterial alta, sangre en orina, proteína en orina, infección de zona urinaria, hinchazón en pies, piernas, brazos y cara así como fatiga, pérdida del apetito, náuseas, vómito, Picazón, sabor metálico en la boca, etc. Las enfermedades parenquimatosas renales pueden causar fibrosis renal y asustar que progresarán en insuficiencia renal si no se tratan oportunamente y en esta etapa, los pacientes necesitan tomar diálisis para mantener su vida. Por lo tanto, si los pacientes quieren evitar la diálisis, el diagnóstico temprano y los tratamientos oportunos son muy necesarios. Dado que los riñones tienen una fuerte capacidad compensatoria y sólo cuando más de la mitad de sus funciones están dañadas puede haber síntomas y molestias obvias.

El examen físico se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años y las pruebas más simples como la prueba de orina y análisis de sangre puede detectar si hay algo mal con el parénquima renal.

Medidas oportunas y adecuadas de prevención pueden prevenir un mayor empeoramiento de los daños parenquimatosos renales y el desarrollo de insuficiencia renal, de modo que los pacientes no necesitarán diálisis.

Sin embargo, para aquellos que ya están comenzando la diálisis, lo que se puede hacer es aliviar los malestares y los efectos secundarios de la diálisis y al mismo tiempo para preservar y proteger la función renal restante a fin de reducir la frecuencia de la diálisis.

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